viernes, 31 de enero de 2014

¿Qué me pongo? nº5

2009 - 2018:
  • Las personas usarán principalmente computadoras portátiles, que se habrán vuelto espectacularmente más ligeras y finas que las de diez años antes. Las computadoras personales estarán disponibles en muchos tamaños y formas, y frecuentemente estarán alojadas en la ropa o joyas, como relojes de pulsera, anillos, pendientes y otros ornamentos. Las computadoras con una interfaz visual de alta definición variarán desde anillos, alfileres y tarjetas de crédito hasta el tamaño de un libro delgado.
  • Las personas habitualmente tendrán al menos una docena de computadoras sobre y alrededor de sus cuerpos, que estarán conectadas en red local. Estas computadoras proporcionarán servicios similares al de teléfonos móviles, mensáfonos y navegadores. Proporcionarán identidad automática (para realizar transacciones comerciales y permitir la entrada en zonas seguras) direcciones de navegación y otros servicios.
  • Las computadoras estarán alojadas en el entorno (dentro del mobiliario, joyas, paredes, ropa, etc...)
  • La mayor parte de las personas poseerán más de una computadora personal, aunque el concepto de «computadora» habrá cambiado considerablemente: Las computadoras dejarán de estar limitadas en cuanto a diseño a computadoras portátiles o CPUs contenidas en una caja grande conectada a un monitor. En su lugar, dispositivos con las funcionalidades de una computadora llegarán en toda clase de inesperadas formas y tamaños.
  •  Cámaras del tamaño de alfileres estarán por todas partes.
  • Pantallas delgadas, ligeras y portátiles de muy alta resolución serán los medios preferidos para visualizar documentos. Las gafas y lentes de contacto también se usarán con este mismo propósito y todos los dispositivos descargarán información de forma inalámbrica.

Skully P1

 

La empresa estadounidense Skully Helmets está desarrollando una casco para motociclistas con corazón Android llamado Skully P1. Se trata de un casco integral de moto que cumple con las normativas de seguridad DOT y ECE. Tiene una carcasa de composite reforzado con fibra de vidrio y almohadillas cortadas con láser. El Skully P1 fue concebido por su actual CEO, Marcus Weller, después de verse involucrado en un accidente de motocicleta en 2011.

Lo que hace al Skully P1 verdaderamente especial es lo que sus creadores han llamado Synapse Heads Up Display (HUD) que proyecta información en la visera del casco. El usuario podrá acceder a los mapas de navegación y a una cámara que enfoca la parte posterior del vehículo/piloto, con el objetivo de cubrir sus puntos ciegos. La pantalla se situa en la periferia del campo visual del piloto, concepto que recuerda al de Google Glass, por lo que no habrá ninguna distracción para el usuario. Estos significa que el conductor puede concentrarse en la carretera sin tener que girar la cabeza para percibir todo su entorno.

mejor a 1080p


El Skully P1 tiene conectividad Bluetooth y se puede sincronizar con el SmartPhone. Gracias al control de la voz del casco, podrás sentirte en la piel de Tony Stark y controlar la música, el teléfono o enviar mensajes de texto. El Skully P1 tiene una batería con una autonomía de 9 horas de uso continuo y se puede cargar mediante un cable micro-USB. El casco estará a la venta a lo largo de 2014, aunque se desconoce el precio por el momento.




Fuente:
engaged

jueves, 30 de enero de 2014

El supercerebro del futuro


La idea de que un sistema informático consciente de sí mismo surja de forma espontánea de las interconexiones de miles de millones de computadoras y redes informáticas se remonta a una ciencia ficción tan antigua como la del relato corto Marque "F" para Frankenstein de Arthur C. Clarke, como mínimo. En este texto, el autor predice una red telefónica cada vez más interconectada que actúa de forma espontánea como un recién nacido y provoca el caos global a medida que se hace con el control de los sistemas financieros, militares y de transporte.

Actualmente, la inteligencia artificial, que antes era coto privado de los escritores de ciencia ficción y los prodigios informáticos excéntricos, vuelve a estar de moda y está atrayendo la atención de la NASA y de compañías de Silicon Valley como Google, y también de una serie de nuevas empresas que diseñan de todo, desde motores de búsqueda de la siguiente generación hasta máquinas que escuchan y son capaces de caminar por el mundo. La nueva respetabilidad de la inteligencia artificial está haciendo que todo gire en torno a la cuestión de adónde se podría estar dirigiendo la tecnología y, lo que quizás sea más inquietante, si la inteligencia informática superará a la nuestra y con qué rapidez.

El concepto de ordenadores ultra-listos, máquinas más inteligentes que los seres humanos, se denominó La Singularidad en un artículo de 1993 escrito por el ingeniero informático y escritor de ciencia ficción Vernor Vinge. Él sostiene que la aceleración del progreso tecnológico nos ha llevado "al borde de un cambio comparable a la aparición de la vida humana en la Tierra". Esta tesis lleva mucho tiempo tocando la fibra sensible en Silicon Valley.

La inteligencia artificial ya se utiliza para automatizar y reemplazar algunas funciones humanas con máquinas controladas por ordenador. Estas máquinas pueden ver, oír, responder a preguntas, aprender, sacar conclusiones y resolver problemas. Pero para los partidarios de La Singularidad, la inteligencia artificial se refiere a máquinas que serán tanto conscientes de sí mismas como sobrehumanas en lo que respecta a su inteligencia, y capaces de diseñar ordenadores y robots mejores y con más rapidez que los seres humanos hoy en día. Este cambio radical, afirman, provocará una inmensa aceleración de las mejoras tecnológicas de todo tipo.

Esta idea no es terreno exclusivo de los escritores de ciencia ficción: una generación de piratas informáticos, ingenieros y programadores ha llegado a creer profundamente en la idea de un cambio tecnológico exponencial, como explica Gordon Moore, cofundador del fabricante de procesadores Intel. En 1965, Moore fue el primero en afirmar que con cada nueva generación tecnológica se duplicaba el número de transistores que había en los procesadores de silicio, lo que llevaba a una aceleración en la potencia de la informática. Desde entonces, la Ley de Moore (una descripción del ritmo del cambio industrial) ha llegado a personificar a un sector que se rige por el tiempo de Internet, donde "la siguiente invención" está siempre a la vuelta de la esquina.


Hace varios años, Raymond Kurzweil, un pionero de la inteligencia artificial, llevó la idea un poco más allá en su libro de 2005 La singularidad está cerca, cuando los hombres trasciendan la biología. Su intención era ampliar la Ley de Moore para que abarcase más que la rapidez de procesamiento y, al mismo tiempo, predecir con mucha precisión la llegada de la evolución posthumana, que según él se producirá en 2045.

En el relato de Kurzweil, la potencia informática que va aumentando a gran velocidad, en coordinación con los humanos ciborgs, llega a un punto en el que la inteligencia de las máquinas no solo sobrepasa a la de los seres humanos, sino que también asume el control del proceso de invención, con consecuencias impredecibles. El escritor de ciencia ficción Ken Mac-Leod decía que la idea de La Singularidad era "el embeleso de los necios". Kevin Kelly, director de la revista Wired, señala: "Los que predicen un futuro muy utópico siempre predicen que llegará antes de que ellos mueran"

No obstante, ni siquiera el propio Kelly se ha abstenido de especular con el rumbo que está tomando la tecnología informática y de la comunicación. Ahora está escribiendo un libro, The Technium, en el que vaticina la aparición de un cerebro global (la idea de que los ordenadores interconectados del planeta puedan un día actuar de forma coordinada y tal vez dar muestra de inteligencia)

Otros que han observado el aumento de la potencia de la tecnología informática son todavía menos optimistas en cuanto a las consecuencias futuras. William Joy, un diseñador informático y especialista en capital de riesgo, por ejemplo, escribió un ensayo pesimista en Wired en el año 2000, en el que consideraba más probable que los seres humanos se destruyan a sí mismos con su tecnología antes de que creen una utopía. Joy, cofundador de Sun Microsystems, sigue convencido de ello. Además, en Silicon Valley hay un encendido debate sobre si dichas máquinas podrían ser las "máquinas de gracia amorosa" del poema de Richard Brautigan o algo mucho más siniestro, al estilo de Terminator.

"Considero que el debate en torno a si deberíamos construir estos intelectos artificiales se va a convertir en la cuestión política dominante de este siglo" afirma Hugo de Garis, un investigador sobre inteligencia artificial y autor de un libro titulado The Artilect War, en el que sostiene que el debate tiene visos de acabar en una guerra mundial.

Preocupado por la posibilidad de un desenlace similar, el investigador Eliezer S. Yudkowski, un empleado del Instituto de La Singularidad, ha propuesto la idea de "la inteligencia artificial amistosa", una disciplina de ingeniería que aspire a garantizar que las máquinas futuras seguirán siendo nuestros siervos o nuestros iguales en lugar de nuestros amos.

A pesar del consenso profundamente arraigado al que se ha llegado sobre el progreso exponencial, el peor destino de todos es el de la generación que venga justo antes de la realización de La Singularidad. "Es probable que Kurzweil muera, así como todos los demás, no mucho antes del 'gran despertar'", señala Gary Bradski, un experto en robótica de Silicon Valley. "La vida no es justa"


miércoles, 29 de enero de 2014

Google adquiere a Boston Dynamics (Robótica) y a DeepMind Technologies (I.A.)

2009 - 2018:
  • Habrá un renovado interés en el test de Turing, que fue propuesto por Alan Turing en 1950 como una forma de comprobar la inteligencia en una máquina. Aunque las computadoras aún fracasarán en el test, crecerá la confianza en que lo pasen en una o dos décadas.
  • Habrá mucha especulación sobre la potencial capacidad de sentir (esto es, la consciencia) de la inteligencia basada en computadoras. La inteligencia cada vez más aparente de las computadoras habrá estimulado el interés en la filosofía.

2019 - 2028:
  • Los robots domésticos estarán por doquier y serán fiables.
  • Las computadoras harán la mayor parte de la conducción de vehículos, los humanos tendrán de hecho prohibido conducir en las autopistas sin asistencia. Además, cuando los humanos tomen el mando, el sistema informático de a bordo monitorizará sus acciones y tomará el control cuando el humano conduzca imprudentemente. Como resultado, habrá muy pocos accidentes de circulación.
  • Los humanos empezarán a tener profundas relaciones con personalidades automáticas, que tendrán algunas ventajas sobre los compañeros humanos. La profundidad de algunas personalidades por computadora convencerá a algunas personas de que deberían dárseles más derechos.
  • Las relaciones entre robots y humanos comenzarán a medida que las personalidades simuladas se vuelvan más convincentes.
  • Mientras que un número creciente de seres humanos creerán que sus computadoras y las personalidades simuladas con las que interactúan son inteligentes hasta el punto de la consciencia a nivel humano, los expertos descartarán la posibilidad de que alguna pueda pasar el test de Turing.

  • Los sectores industrial, agrícola y de transportes de la economía estarán casi completamente automatizados y emplearán a muy pocos humanos. En todo el mundo, la pobreza, la guerra y las enfermedades serán casi inexistentes gracias a que la tecnología aliviará las carencias.
  • El crecimiento de la inteligencia artificial provocará un verdadero movimiento de los «derechos del robot», y habrá un debate público abierto sobre qué clase de derechos civiles y protecciones legales deberían tener las máquinas. La existencia de humanos con altos niveles de aumento cibernético y de un mayor número de otras personas con implantes cibernéticos menos extremos llevará a cambiar la definición de lo que constituye un «ser humano».
  • Las inteligencias artificiales reivindicarán ser conscientes y pedirán abiertamente el reconocimiento de ese hecho. La mayoría de las personas admitirán y aceptarán esta nueva realidad.
  
Desde sus inicios en 1998 Google ha destacado en productos y servicios de Software e internet. Prueba de ello es su eficiente buscador, sus servicios geográficos Maps y Streetview, servicios de publicidad como AdSense o Adwords, servicios de almacenamiento y gestión como Youtuve, Drive, Calendar, e incluso su sistema operativo móvil (Android) o su apuesta por la nube (Chrome OS)

Sin embargo, de un tiempo a esta parte se está introduciendo en el campo del Harware con la adquisición de empresas como Motorola, el desarrollo de Google Glass o la compra de la compañía detrás de Nest.

La reciente adquisición de Boston Dynamics, empresa perteneciente al campo de la robótica, y de DeepMind Technologies, empresa de desarrollo de Inteligencia Artificial, son un paso más en la expansión de su visión de la tecnología.


Boston Dynamics

De ella hemos hablado en el blog cuando os mostré a PETMAN y WildCat en una entrada, y a LittleDog en otra más reciente.

Tras la adquisición de Boston Dynamics, Andy Rubin, vicepresidente de ingeniería de Google, será el encargado de supervisar la creación de futuros robots.

Rubin, ha asegurado al New York Times que se hará cargo de este proyecto de robótica, motivo por el cual la gran G ha estado adquiriendo una serie de pequeñas compañías del rubro durante el pasado año. Actualmente ya tienen a una serie de empleados con amplia experiencia en el campo de la robótica, en equipos ubicados tanto en Japón como en Estados Unidos.

mejor a 1080p


Boston Dynamics firmó en el pasado contratos con entidades de defensa gubernamentales de Estados Unidos, y a pesar de los cambios en la vocación de la compañía tras la compra por parte de Google, aseguraron que cumplirán los acuerdos alcanzados previamente. Por lo que podemos entrever que Google podría ser el máximo referente militar para los EE.UU.


DeepMind Technologies

En este caso el propio consejero delegado de Google, Larry Page, ha estado detrás de esta decisión de compra, cuyo principal objetivo es hacerse con el talento de la compañía. 

Dicha empresa ha sido creada por el neurocientífico Demis Hassabis, Jaan Tallinn y uno de los desarrolladores iniciales de Skype. La compañía cuenta con más de 50 empleados y su actividad principal es el desarrollo de software de inteligencia artificial a base de algoritmos de aprendizaje para simulaciones, comercio electrónico y videojuegos.



Además ha creado un comité de ética para comprometerse a no abusar de las tecnologías de Inteligencia Artificial. Deberíamos estar preparados para los acontecimientos que están por suceder dentro de Google y que pasarán a formar parte de nuestra vida en el futuro.




Fuente:
FayerWayer