2009 - 2018:
2019 - 2028:
- Habrá un renovado interés en el test de Turing, que fue propuesto por Alan Turing en 1950 como una forma de comprobar la inteligencia en una máquina. Aunque las computadoras aún fracasarán en el test, crecerá la confianza en que lo pasen en una o dos décadas.
2019 - 2028:
- Los robots domésticos estarán por doquier y serán fiables.
- Las computadoras harán la mayor parte de la conducción de vehículos, los humanos tendrán de hecho prohibido conducir en las autopistas sin asistencia. Además, cuando los humanos tomen el mando, el sistema informático de a bordo monitorizará sus acciones y tomará el control cuando el humano conduzca imprudentemente. Como resultado, habrá muy pocos accidentes de circulación.
- Los humanos empezarán a tener profundas relaciones con personalidades automáticas, que tendrán algunas ventajas sobre los compañeros humanos. La profundidad de algunas personalidades por computadora convencerá a algunas personas de que deberían dárseles más derechos.
- Las relaciones entre robots y humanos comenzarán a medida que las personalidades simuladas se vuelvan más convincentes.
- Mientras que un número creciente de seres humanos creerán que sus computadoras y las personalidades simuladas con las que interactúan son inteligentes hasta el punto de la consciencia a nivel humano, los expertos descartarán la posibilidad de que alguna pueda pasar el test de Turing.
- Los sectores industrial, agrícola y de transportes de la economía estarán casi completamente automatizados y emplearán a muy pocos humanos. En todo el mundo, la pobreza, la guerra y las enfermedades serán casi inexistentes gracias a que la tecnología aliviará las carencias.
- El crecimiento de la inteligencia artificial provocará un verdadero movimiento de los «derechos del robot», y habrá un debate público abierto sobre qué clase de derechos civiles y protecciones legales deberían tener las máquinas. La existencia de humanos con altos niveles de aumento cibernético y de un mayor número de otras personas con implantes cibernéticos menos extremos llevará a cambiar la definición de lo que constituye un «ser humano».
- Las inteligencias artificiales reivindicarán ser conscientes y pedirán abiertamente el reconocimiento de ese hecho. La mayoría de las personas admitirán y aceptarán esta nueva realidad.
Los trabajadores humanos, se dividen en una organización jerárquica, supervisados por un capataz y con planos detallados de cómo hacer las cosas. En el caso de las termitas, no saben lo que las otras están realizando ni el avance global del montículo.
Las termitas se basan en un concepto conocido como estigmergia, una especie de comunicación implícita en la que observan los cambios introducidos por el resto de las termitas en el medio que les rodea y actúan en consecuencia. Y en eso se basan los nuevos robots bautizados como TERMES.
Estos "robots-termita" se desplazan hacia delante, hacia atrás y giran sobre sí mismos. Suben y bajan pequeños escalones, levantan escaleras cuando es necesario alcanzando los niveles más altos, y recogiendo y llevando ladrillos de espuma para depositarlos donde toca.
Si perciben un ladrillo en su camino, acarrean la carga hasta el siguiente espacio abierto. Aunque cada robot "sabe" solo las reglas simples, juntos exhiben un comportamiento inteligente. De esta manera, pueden construir torres, castillos y pirámides de bloques de espuma.
Cada robot ejecuta su proceso de construcción en paralelo con los demás, pero sin saber quién más está trabajando al mismo tiempo. Si un robot se rompe o tiene que abandonar la tarea, no afecta al resto ni al proceso. Esto significa que las mismas instrucciones pueden ser ejecutadas por cinco robots o por 500, de forma que se pueden añadir más robots, incluso a mitad de trabajo.
En un futuro, robots similares podrían servir para construir refugios después de un terremoto, llevar a cabo tareas de construcción en el espacio o incluso en la superficie de otros planetas.
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