miércoles, 12 de febrero de 2014

Crean piel y pelos electrónicos para dotar de sentido del tacto a robots

  • Los robots domésticos estarán por doquier y serán fiables.
  • Los humanos empezarán a tener profundas relaciones con personalidades automáticas, que tendrán algunas ventajas sobre los compañeros humanos. La profundidad de algunas personalidades por computadora convencerá a algunas personas de que deberían dárseles más derechos.
  • Las relaciones entre robots y humanos comenzarán a medida que las personalidades simuladas se vuelvan más convincentes.

  • Los sectores industrial, agrícola y de transportes de la economía estarán casi completamente automatizados y emplearán a muy pocos humanos. En todo el mundo, la pobreza, la guerra y las enfermedades serán casi inexistentes gracias a que la tecnología aliviará las carencias.
  • El crecimiento de la inteligencia artificial provocará un verdadero movimiento de los «derechos del robot», y habrá un debate público abierto sobre qué clase de derechos civiles y protecciones legales deberían tener las máquinas. La existencia de humanos con altos niveles de aumento cibernético y de un mayor número de otras personas con implantes cibernéticos menos extremos llevará a cambiar la definición de lo que constituye un «ser humano».
  
Hace poco os mostré a T8X, un RoboTarantula desarrollado por Robugtix, con un software de movimiento robótico muy sofisticado.

Hoy le toca el turno a dos nuevos avances en robótica que permitirán dotar de sentido del tacto mediante sistemas electrónicos.

Por una parte tenemos al Instituto Tecnológico de Georgia, en Estados Unidos, que ha desarrollado una lámina electrónica flexible y transparente capaz de convertir directamente el movimiento mecánico en señales de presión. Este concepto recuerda claramente al que integran las pantallas táctiles de nuestros smartphones.

Se trata de sensores elaborados con nanotubos de óxido de zinc, formando una matriz de 8000 transistores. Esta nueva tecnología, aseguran los investigadores, podría acelerar el desarrollo de piel artificial que permita “sentir” actividad en una superficie. Su sensibilidad sería comparable a la de las yemas de los dedos en los seres humanos.


 
mejor a pantalla completa y 1080p


Por otra parte el laboratorio de nuevos materiales de la Universidad de Berkeley, liderado por Ali Javey, profesor de ingeniería eléctrica, ha desarrollado unos pelos electrónicos a los que ha bautizado como e-Whiskers.

Estos pelos, fabricados con nanotubos de carbono y partículas de plata, son tan sensibles que pueden medir la dirección y fuerza de corrientes de aire gracias a su extremadamente alta flexibilidad y resistencia.

Dichos pelos son sencillos de fabricar y pueden ser de utilidad en todo tipo de aplicaciones en las que se necesite dotar a un sistema artificial de sentido del tacto, desde medicina a robótica...


Cada vez estamos más cerca de tener a nuestros Data o David particulares.





Fuente:
Georgia Tech-COPE, Kurzweilai

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